Nuestro guía oficial por las calles de la localidad es Íñigo. Aquí se le puede ver, con sus inseparables gafas de sol, arrimándose a la gaitera.
Después de tocar nos ofrecen rosquillas acompañadas de un excelente zurracapote de vino tinto.
Hay que destacar la dedicación de la gente del pueblo (Íñigo, Koldo, José... y muchos más) a la hora de preparar las fiestas. Desde primera hora de la mañana, con ojeras y pocas horas de sueño en el cuerpo, los encuentras currando para los distintos actos y degustaciones que componen los festejos.